La vida, en su esencia más pura, es un viaje de autodescubrimiento. Recuerdo el día en que comprendí que el verdadero privilegio de mi existencia radicaba en ser quien soy. Era una tarde soleada, y mientras caminaba por el parque, observé a las personas a mi alrededor: cada una con su historia, sus luchas y sus triunfos. En ese momento, me di cuenta de que cada uno de nosotros es un universo único, lleno de experiencias que nos moldean.