Se que todos no pasamos por las mismas cosas, ni todas las personas sufren lo mismo ni siquiera sufren nada pero al que por desgracia le toca se hacen esta pregunta durante esas etapas malas, ¿Por qué a mi? ¿Por qué a mí y no al de al lado?, tantas veces lo hemos hecho, tantas veces hemos pensado que somos los más desgraciados de este mundo y que a todos los demás no les pasa nada y no es así, hay que reconocer que como he dicho antes todos en esta vida no sufren lo mismo o incluso nada pero por desgracia son pocos los que tienen esa suerte de ser felices casi toda su vida.
Nos encerramos en nosotros, en nuestras penas, en nuestro sufrimiento y cuando conocemos a alguien de cerca y entablamos una conversación de amistad con ellos resulta que también han tenido algún mal momento, entonces pensamos - pues no solo nosotros lo hemos pasado mal ni seremos los últimos porque seguirán sufriendo las nuevas generaciones que vengan - nuestros hijos, nuestros nietos etc.etc.
Que tristeza da pensarlo porque cuando uno ha sufrido tanto se pone al lado de esas personas que también sufren o sufrirán como tú, comprendes lo mal que lo estarán pasando, lo terrible que es llevar esa depresión que no te deja vivir que te encierra en ese mundo interior de dolor sin ver una salida por ningún lado, a esa angustia terrible por perder a un ser querido que sabes que nunca volverás a ver, aunque al principio no te lo creas pero con el paso del tiempo te das cuenta que es así, que jamás lo tendrás de nuevo a tu lado y que dando marcha atrás no comprendes cómo has podido aguantar esos primeros momentos de su pérdida, pero has podido superarlos sin entender como.
Hay una frase que muchas veces he pensado que es cierta - Dios aprieta pero no ahoga - ¿porque? simplemente porque aguantamos mucho aunque nos parezca imposible que así sea.
Una fuerte depresión superada te enseña quizás a afrontar otras cosas que vengan después, no hace que no sufras pero te hace un poco más fuerte para soportar otro momento malo, te enseña a que si te dejas llevar por el dolor y caes otra vez, sabes que cuesta mucho superarlo hasta alcanzar ese estado de tranquilidad dejando atrás ese agujero en el que has caído otra vez porque ahí has estado antes, hundido, desesperado, angustiado, sin esperanzas y sin ilusiones por seguir viviendo.
Cuando pierdes a un ser querido sufres, sufres mucho pero sabes que tienes que seguir adelante, por uno mismo, por los que te quieren y por la persona que te quería y que ya no está a tu lado, porque ella quisiera verte feliz, es difícil muchas veces pensarlo, unos pueden hacerlo y otros no porque la pena es tan grande que nada les vale, solo es que ya no está con nosotros ni jamás volverá a estar. - Autora: Ana D.
Que tristeza da pensarlo porque cuando uno ha sufrido tanto se pone al lado de esas personas que también sufren o sufrirán como tú, comprendes lo mal que lo estarán pasando, lo terrible que es llevar esa depresión que no te deja vivir que te encierra en ese mundo interior de dolor sin ver una salida por ningún lado, a esa angustia terrible por perder a un ser querido que sabes que nunca volverás a ver, aunque al principio no te lo creas pero con el paso del tiempo te das cuenta que es así, que jamás lo tendrás de nuevo a tu lado y que dando marcha atrás no comprendes cómo has podido aguantar esos primeros momentos de su pérdida, pero has podido superarlos sin entender como.
Hay una frase que muchas veces he pensado que es cierta - Dios aprieta pero no ahoga - ¿porque? simplemente porque aguantamos mucho aunque nos parezca imposible que así sea.
Una fuerte depresión superada te enseña quizás a afrontar otras cosas que vengan después, no hace que no sufras pero te hace un poco más fuerte para soportar otro momento malo, te enseña a que si te dejas llevar por el dolor y caes otra vez, sabes que cuesta mucho superarlo hasta alcanzar ese estado de tranquilidad dejando atrás ese agujero en el que has caído otra vez porque ahí has estado antes, hundido, desesperado, angustiado, sin esperanzas y sin ilusiones por seguir viviendo.
Cuando pierdes a un ser querido sufres, sufres mucho pero sabes que tienes que seguir adelante, por uno mismo, por los que te quieren y por la persona que te quería y que ya no está a tu lado, porque ella quisiera verte feliz, es difícil muchas veces pensarlo, unos pueden hacerlo y otros no porque la pena es tan grande que nada les vale, solo es que ya no está con nosotros ni jamás volverá a estar. - Autora: Ana D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario