lunes, 3 de noviembre de 2025

El Arte de Reír en la Tormenta

Siempre he creído que la vida es como un mal chiste: a veces te hace reír, a veces te deja con una mueca incómoda y, en ocasiones, te hace llorar. Pero, como dice el viejo refrán, "el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional". Y yo, en mi infinita sabiduría de veinte y tantos años, decidí que prefería reírme de las situaciones dolorosas en lugar de quedarme atrapada en el sufrimiento.

Una tarde, mientras trataba de abrir una botella de vino, el corcho decidió rebelarse y salió volando como un proyectil. El vino, en un acto de venganza, se derramó por toda la mesa, empapando mis notas de trabajo y mi orgullo. En lugar de llorar por el desastre, me reí a carcajadas. "¡Mira, un nuevo estilo de arte abstracto!", exclamé, mientras mis amigos se unían a la risa, convirtiendo un momento de frustración en una anécdota divertida.

Recuerdo también aquella vez en la que decidí hacer ejercicio. Me inscribí en una clase de yoga, convencida de que podría encontrar la paz interior. Pero en lugar de eso, terminé en una posición que solo podría describir como "la tortuga atrapada". Mientras todos los demás se mantenían serenos, yo luchaba por desenredarme, y en un momento de desesperación, solté una risita que resonó en toda la sala. La instructora, con una sonrisa, me miró y dijo: "El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Así que ríete de ello". Y así lo hice, convirtiendo mi torpeza en un espectáculo cómico.

La vida, con sus altibajos, siempre me ha enseñado que el sufrimiento es una elección. Cada vez que me encuentro en una situación difícil, me pregunto: "¿Realmente quiero quedarme atrapada en esto?" La respuesta siempre es no. Prefiero encontrar el humor en cada tropiezo, en cada error. Porque al final del día, reírse de uno mismo es la mejor medicina.

Así que aquí estoy, con un corazón lleno de risas y una mente abierta a las locuras de la vida. El dolor puede ser inevitable, pero el sufrimiento es solo una opción que elijo no tomar. Y si alguna vez te encuentras en una situación complicada, recuerda: ¡una buena risa puede ser el mejor remedio!

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